Lagarto robusto, generalmente muy vistoso y de gran tamaño, que en ocasiones llega a superar los 240 mm entre el hocico y la cloaca, y los 700 mm de longitud total. La gran anchura de la placa occipital es característica, y suele ser por lo general más ancha que la frontal. Las escamas dorsales son granulares y ligeramente carenadas; por el contrario, las ventrales son anchas, se imbrican unas sobre otras y se disponen 8 ó 10 series longitudinales.La coloración y el diseño varían con la edad y la procedencia geográfica, aunque en la mayor parte del área de distribución los adultos presentan el dorso recubierto de escamas amarillas y negras que pueden formar ocelos. En el sureste de la Península Ibérica los lagartos presentan una coloración grisácea característica, mientras que en el noroeste suelen presentar coloraciones más contrastadas y verdosas. Los flancos presentan manchas azules.Es una especie característica de las regiones sometidas a clima mediterráneo. Dentro de éstas, sin embargo, es considerada una especie ecléctica que puede encontrarse bajo condiciones muy diferentes. Por ejemplo, en el sur de la distribución se le puede ver desde los arenales costeros, hasta los ambientes montanos por encima de los 2.400 metros. Son habitantes habituales de los claros del bosque mediterráneo, de los bordes de caminos y zonas agrícolas, de los pedregales, de los bosques de galería del sur de la península, e incluso viven en varios islotes costeros, en parques urbanos o incluso en áreas intermareales de la costa gallega y portuguesa.
En general, es una especie a la que le no gustan las áreas con altos valores de cobertura arbustiva, por lo que es rara en el matorral cerrado. Prefiere sin duda las zonas de vegetación aclarada, siempre y cuando dispongan de numerosos refugios. Las dehesas, por ejemplo, son sistemas especialmente apreciados por los lagartos ocelados, donde alcanzan valores de densidad elevados.
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